Buenos días, ya no, tardes a todas y todos es este uno de los días más importantes del año porque se entrega el premio Universidad de Sonora a la trayectoria y mérito académico, en este 2023 le correspondió al Dr. Jesús Leobardo Valenzuela García, lo cual nos llena de gusto y orgullo por eso estamos aquí por eso saludo con mucho gusto a los miembros del presídium a los rectores aquí presentes, a familiares, a los hijos, a la familia del hoy homenajeado y a todos y a todas los que nos reunimos en este recinto.
Quisiera comentarles que uno inicia la vida en la Universidad como profesor con un sueño. El primer gran sueño que uno tiempo como profesor es completar la hora de clase, Sí, es el primer de verdad porque sí se te acaba el material luego que sigue no, y todos fuimos alguna vez noveles profesores. Todos fuimos alguna vez, fue la primera vez que nos parábamos en clase y los buenos profesores en general cada vez que inicia el semestre sentimos como, ah, ¿podría decir la palabra ñáñaras aquí?, no, no la debo decir, este un poco nerviosos nos sentimos el primer día de clase de cada semestre.
Ese primer sueño de llenar la hora de clase, va seguido de un segundo sueño que los estudiantes te entiendan lo que estás haciendo que lo hagas bien, que compruebes que estás haciendo conexión con los estudiantes y luego ya vienen se van acumulando sueños van que me acepten este artículo, sí que saque la maestría, que saque el doctorado, que le vaya bien a mi dirigido de tesis, que la tesis esté completa que no me lo regresen, así se va, se van completando los sueños de poquito en poquito, de poquito en poquito, día tras día, semestre tras semestre, porque la vida de los profesores, de nosotros se divide en semestres, no sé si ustedes sepan pero vivimos un semestre tras otro.
Entonces, hay un momento en que ese cúmulo de sueños ese que se van acumulando, eh pues pasa el tiempo y esos sueños que fueron pequeñitos se convierten en una gran construcción que se llama trayectoria y esta trayectoria está compuesta de eso, de sueños de lo que querías cada vez por cada semestre, por cada momento y que fuiste logrando, que se van acumulando y se van acumulando gracias al tesón que uno pone a la cooperación de los compañeros a la colaboración indudable de la familia y al pertenecer a una institución generosa como la Universidad de Sonora.
Tan generosa como el propio homenajeado que utilizó sus palabras únicamente para agradecerles a todos, me dejo verdaderamente conmovida esa conducta, esa actitud al decir sus palabras dijo gracias a dios y siguió con todos los demás o sea creo que no le faltó, creo que leyó la nómina completa del departamento de ingeniería química y en verdad, eh, la Universidad te da la oportunidad de ir construyendo estos sueños, como fue por ejemplo para él la maestría y bueno que tuvo bastantes nombres hasta que llegó a hacer el programa de maestría y doctorado en ingeniería química, pero antes estuvo en metalurgia extractiva no ferrosa, yo siempre me pregunté por qué esos nombres tan raros, este, pero bueno debe ser algo muy importante porque como dijo Paul en una clase dice… “ la oxidación es algo que cualquier niño de kínder sabe”, no y yo dije “creo que fui al kínder equivocado tengo la menor idea de que es eso.
Eh, pero sí es esta generosidad de la Universidad que se replica en la generosidad de su profesorado. La trayectoria de Leobardo, que agradezco mucho a la vida me haya dado la oportunidad de coincidir con él en distintos momentos en la Universidad, eh, la trayectoria que ha logrado es esa, está construida desde el tesón desde su interés, pero no solo por los estudiantes, por el programa, si no su interés en vincularse con la sociedad, de ahí que sea tan reconocido también como profesionista en el medio profesional.
Un día le dije, no me acuerdo qué cosa le pregunté, a me dijo “es que soy presidente ¿de qué eras presidente? de la asociación de ingeniero”, ah bueno ósea con toda naturalidad y toda sencillez, ¿de que eras? de la asociación de ingenieros en minas, meteorologistas y geólogos. pues así, estar con lo de afuera también es muy importante y esa ha sido su camino ese ha sido su forma de ir construyendo esta trayectoria que como les digo está hecha de pequeños pasos que uno va dando, de pequeños deseos, sueños que vas, que vas alcanzando y a la vuelta son esta trayectoria de cuarenta y tantos años que se reconocen en esta mañana y se reconocen sobre todo porque los estudiantes, nuestros estudiantes, tus estudiantes Leobardo saben que tienes ese don, esta magia para convertirlos en algo completamente. ¿Será que eres metalurgista?, conviertes en otra cosa, pero los conviertes en personas de no solo de gran conocimiento en el área, sino también en personas con gran humanidad, con una gran sensibilidad hacia lo social, así como tú lo haces.
Por eso considero, que en este acto tan trascendente la entrega del premio engrandece a la universidad, engrandece al homenajeado, pero sobre todo a nuestra comunidad esta forma de trabajo de alguien durante 40 años y de quienes lo han precedido en este premio, muestran el modelo del profesor investigador universitario, ese que se da en el conocimiento, que se da en la investigación, que se da en los estudiantes y que se da a la sociedad esta tarea que parece simple la hacemos los profesores en esta universidad todos los días y un día volteamos y han pasado 40 años y un día estamos en este lugar recibiendo el reconocimiento que nos reconoce todos a todos los que hemos trabajado sin descanso por la universidad, por los jóvenes, por la ubicación de la universidad en el contexto social, pero sobre todo por asegurarnos de ser siempre la luz que todo lo ilumina y forjar a estos hijos e hijas de la universidad cuyo saber hace su grandeza.
Muchas gracias.
Dra. María Rita Plancarte Martínez
Rectora de la Universidad de Sonora
2021 – 2025